Debo decir que los vecinos o son solidarios con nosotros o nos vieron la cara de pelagatos mal. Fui como todas las mañanas a comprar el pan. Y como todas las mañanas, tengo que pasar por la casa de la señora que nos regaló el lavarropas. Bien, una vecina de ella estaba por tirar algo a la calle y la señora esta (la del lavarropas) le dijo:
-Esperá un poquito, no lo tires a la calle, dáselo a ella que capaz que necesita un secarropas!. Naty ¿necesitás un secarropas que la señora lo va a tirar a la basura pero anda?-
-¿Secarropas?¿Adónde?- Los ojos se me abrieron onda el 2 de Oros. Me acerqué a la señora que iba a tirar el aparato en cuestión y me lo dio.
-Mirá, hace 13 años que lo compré pero anda bien, le falta la patita de abajo nada más. Acá está suelta, hay que arreglarle eso, el resto está bien. Me cansé del aparato, como mi marido me compró uno nuevo lo iba a tirar... pero si te sirve y lo necesitás llevátelo, te lo regalo-
Ni lo pensé, le di las gracias y lo llevé a casa. Cuando le conté a Christian de mi nuevo obsequio!.
-Decime una cosa ¿qué te vieron que la gente te para por la calle y te regala cosas? Ahora faltaría que nos ofrezcan una casa como regalo-
-Estaría bueno ¿no?. Estoy contenta Chris, tanto que quería un Koih-nor y acá lo tengo. ¡Nos ahorramos 400 pesos!-
-Pará emoción, tanto lio por un secarropas-
-Pero cada vez tenemos más cosas para nosotros!!!-
Sigo creyendo en la gente. En casi toda.
Hasta prontito.
Naty.
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